Las pérdidas en el campo por el cambio climático en la UE llegarán a 40.000 millones anuales en 2050
El sector agrícola europeo pierde una media de 28.000 millones de euros anuales - equivalen al 6,4% de los rendimientos de cultivos de la UE- debido a las condiciones climáticas adversas, y de continuar así, se prevé que las pérdidas superen los 40.000 millones de euros al año para 2050. Esta es la alarmante predicción que se desprende del estudio elaborado por Howden, "Herramientas de seguros y gestión de riesgos para la agricultura en la UE", publicado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la Comisión Europea.
Pero solo en España e Italia, el estudio señala que, en las próximas décadas, las pérdidas catastróficas podrían alcanzar los 20.000, mientras que las economías más pequeñas de Europa Central y Sudoriental podrían enfrentar pérdidas agrícolas superiores al 3% de su PIB en años de pérdidas extremas.
Estas cifras son el resultado de la primera evaluación financiera a nivel de la UE sobre el impacto de los riesgos climáticos en los rendimientos agrícolas actuales y futuros, donde se ha utilizado métricas de riesgo esenciales como la pérdida media anual (AAL) y la pérdida máxima probable (PML).
Un dato especialmente interesante del estudio es el que señala que solo entre el 20-30% de las pérdidas agrícolas causadas por el clima están aseguradas a través de sistemas públicos, privados o mutuos, incluyendo los mecanismos de la Política Agrícola Común (PAC) de Europa. Sin embargo, estos promedios ocultan grandes diferencias entre países: en algunos de los Estados miembros, los cultivos y el ganado prácticamente no tienen ningún tipo de protección.
El estudio concluye que es mucho más efectivo contar con seguros agrícolas previamente establecidos y respaldados por subsidios públicos planificados, que depender de ayudas de emergencia del gobierno, que suelen ser impredecibles, tardías y poco confiables.
Luigi Sturani, CEO de Howden Europa, indica que "la volatilidad climática está ejerciendo una presión creciente sobre los agricultores y, en última instancia, sobre los consumidores. Este informe es un claro llamado a la acción para que la agricultura de la UE y los gobiernos locales se adapten. Formas más sólidas de financiación climática y el establecimiento de una cuantificación de riesgos coherente son esenciales para acelerar la adaptación y garantizar la asegurabilidad futura de este sector esencial"
Recomendaciones del estudio
Para reducir el riesgo y limitar los impactos económicos sobre las comunidades agrícolas y las finanzas públicas, el informe recomienda optimizar el uso de datos para mejorar la gestión del riesgo; impulsar a nivel de la UE el uso de herramientas modernas para gestionar riesgos climáticos, como los bonos catastróficos y los acuerdos de reaseguros entre el sector público y privado, que ayudan a proteger a los agricultores frente a desastres naturales y la implementación de medidas de adaptación climática escalables.
Además, sugiere que la UE siga el ejemplo de otros grupos regionales y gobiernos, ampliando el uso de bonos catastróficos y reaseguro, para proteger los presupuestos europeos y disponer de fondos preestablecidos de respuesta rápida cuando ocurren desastres, lo que permita una recuperación más ágil de las comunidades agrícolas.
Además, una adaptación a gran escala es clave para mantener la viabilidad de los seguros subvencionados a medida que aumentan los riesgos. Esta adaptación también es crucial en las zonas no aseguradas y donde las pérdidas por eventos climáticos son frecuentes. Asimismo, las políticas deben enfocarse en fortalecer la resiliencia climática, tanto en las explotaciones agrícolas como en las regiones, para que los seguros sigan siendo una opción posible y efectiva.
Para Massimo Reina, CEO de Howden Re-International, "estamos viendo un interés creciente por parte de reaseguradoras globales y mercados de capital para apoyar la resiliencia agrícola de la UE. Mecanismos financieros innovadores como los bonos catastróficos y los fondos de riesgo compartido pueden ofrecer a los agricultores, los gobiernos y la UE las herramientas necesarias para atraer capital significativo del sector privado, compartir los riesgos y ayudar a proteger nuestros sistemas alimentarios"
Asimismo, Salvador Marín, CEO de Howden Iberia añade que "el cambio climático está transformando profundamente la agricultura europea, y España no es ajena a esta realidad. Con las pérdidas estimadas, nos urge reforzar la protección del sector. Este informe deja en evidencia la necesidad de replantear la gestión del riesgo climático en el campo, apostando por soluciones estructuradas, sostenibles y predecibles".
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