Grupo Aseguranza

Actualmente, el escenario global está marcado profundamente por dos grandes factores: la incertidumbre económica y el imparable avance tecnológico. Y es que, mientras a la inestabilidad financiera se suma la reciente crisis arancelaria, al mismo tiempo, la digitalización continúa acelerándose: por un lado, las empresas españolas cada vez son más dependientes de la tecnología y, por otro, si bien no hace mucho que hablamos de la era de la inteligencia artificial, ya comenzamos a entrar en una nueva etapa donde la protagonista será, previsiblemente, otras tecnologías como la supercomputación.

Así, en este contexto, todos estos ingredientes, realmente interconectados, resultan un caldo de cultivo perfecto para que la ciberdelincuencia prolifere. Por ello, desde Hiscox mantenemos la premisa de que la pregunta ya no es si una empresa va a sufrir un ciberataque, sino cuándo ocurrirá.

Ante un panorama como este, las organizaciones, especialmente la pequeña y la mediana empresa, que es la que muchas veces no cuenta con los recursos suficientes para blindar su negocio ante los ciberataques, resultan un blanco muy fácil. Por ello, la prevención se ha convertido hoy ya en un imperativo. De este modo, son muchas ya las organizaciones que están dando pasos para fortalecer su ciberresiliencia. Según nuestro Informe de Ciberpreparación 2024, el 61% de las empresas españolas han creado equipos especializados en respuesta a incidentes, el 55% afirma realizar copias de seguridad periódicas y un 27% ya confían en el ciberseguro para asegurar de que pueden recuperarse rápidamente de un ciberataque. Sin embargo, esta cifra revela que todavía hay mucho camino por recorrer.

Hoy, las empresas -y más las pymes - deben tener en cuenta que el ciberseguro no implica únicamente la protección económica. Sin duda es, o debería ser, una herramienta integral de prevención, concienciación y ciberprepación, como lo es Hiscox CyberClear 360º. Como seguro de nueva generación que trasciende a la indemnización tras un ciberataque y, entendiendo que la mejor manera de mitigar el impacto de cualquier incidente ciber es evitar que ocurra, su idea central no es otra que ayudar a las organizaciones a ciberprepararse. En su caso, esto lo hace mediante servicios adicionales como la asistencia con expertos técnicos 24/7, avisos de ciberseguridad, análisis de vulnerabilidades de la red interna y de internet, entre otros, o incluso la Hiscox CyberClear Academy, plataforma de formación online diseñada para educar a empleados y directivos sobre las tendencias y riesgos actuales en materia de ciberseguridad.

Con todo ello, las claves que los corredores de seguros deben tener muy en cuenta de cara a su asesoramiento experto a sus clientes son dos. Por un lado, que sin cibereducación, no hay ciberresiliencia, y, por otro, que la mejor defensa comienza mucho antes de que suceda el primer ciberataque. Y es que, en un mundo cada vez más digital, no basta con protegerse, sino que las empresas deben estar preparadas para un riesgo que, hoy, nunca es de cero. Es por esta razón que hoy el ciberseguro se presenta como una herramienta de gestión de este riesgo tan necesaria como cualquier cortafuegos o software de detección de amenazas. En otras palabras, ante una amenaza cada vez más acechante, el ciberseguro ya no es una opción, sino una necesidad para garantizar la continuidad del negocio, pero también para crear empresas verdaderamente resilientes para los desafíos actuales y futuros.

La sección Rincón del Mediador Experto de Hiscox se ha publicado en el nº de mayo de la revista Mercado Previsor.

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