El inexplicable apagón del 28 de abril por lo visto no se debió a un ciberataque pero ha propiciado que el Gobierno, la UE y otras potencias hayan levantado la ceja. Antes podía esquivarse ese temor o hasta ponerse de perfil deseando que un ciberataque no ocurriera nunca, pero ese peligro es real. Se plantea ya en global y no se esconde el miedo, el riesgo es extremo para todo tipo de empresas y organizaciones y solo hay una fórmula para mantenerse en pie en el combate. Contamos si el ciberseguro es la respuesta y si cuenta con el respaldo del reaseguro.